Alguien más real que el mismísimo Eddie Murphy
Historias al Norte del Muro.- Abran paso Los Simpsons, ya no son el único extracto nostálgico/noventero que puede “predecir” el futuro de la humanidad. Según descubrimos la saga de los personajes amarillos no es la única historia de gente con piel diferente a la nuestra que se anticipa al destino: Ahora le tocó a “Un príncipe en Nueva York”.
Este clásico de Cine Permanencia Voluntaria que consoló las tardes de sábados y domingos aburridos consistía en que el príncipe de Zamunda, nación ficticia ubicada en el continente Africano, llegaba a la Gran Manzana a vivir una rutina normal de un gringo previo a asumir resposabilidades y casarse. Siendo un miembro más del proletariado, se enamora de una chica de clase media que se convierte en princesa:
Eso exactamente le pasó a Ariana Austin, de 33 años, quien estaba bebiendo con su amiga en un bar de Washington D.C. cuando conoció a un encantador hombre que se convirtió en su esposo y resultó ser nada más y nada menos que el príncipe de Etiopía Joel Makonnen.
El galán de película vuelto realidad es el heredero y tataranieto de Haile Selassie I, el último emperador de Etiopía y emperador de la comunidad rastafari; por supuesto que eso no se lo podía revelar a la primera de cambios, pero eventualmente tuvo que hacerlo pues la boda involucraría 13 padres y un par de coronas.
