Guerreros con pelos de elote que nos abren los ojos
Wanderlust.- Whitexicans. Mexicanos, o no tan nacionales, que viven el momento. Viajan para descubrirse en el proceso. Consumen drogas milenarias para ampliar sus horizontes. Son voluntarios, humanitarios de corazón. ¿Pero si un voluntario no se toma la selfie del recuerdo, realmente estuvo ahí?
Hoy abordamos este tema, heredero de la dimensión Blancos en el blanco. Antitesís absoluta de los Prietos en aprietos. Romantizadores de la pobreza. Voyeuristas de los frijoles.
Porque un whitexican no está autorrealizado si nadie le ha señalado sus privilegios. Sin embargo no es un trabajo sencillo, porque claro que no nos atrevemos a decir que no sufren en este mundo infernal. Son los mártires a los que tanto se resiste la tierra.
Probablemente, si repites “hay que chingarle más” tres veces frente al espejo, tu piel empiece a darte el estatus estructural que tanto se aplaude. Un día eres Callo de Hacha o al otro eres Chumel Torres. Porque es evidente, lo whitexican quizá está en el corazón y no en los folículos.
Abre los ojos hacia el firmamento. Es hora de saborear la dulce humildad.
Finalmente, lo que estás a punto de ver te puede causar risa, asco, escozor, sorpresa o un poco dé ñañaras. Pero recuerda, es real. Todo es real.
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Este trabajo fue investigación de 9000X con un hilo lleno de esperanza.
Influencers sin fronteras ?
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— 9 0 0 0 (@9000x) July 8, 2019