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México.- Ricardo Anaya, un joven político de 39 años, ha sufrido una inexplicable condición genética que lo ha hecho envejecer varios años en un periodo breve de tiempo. Esta misteriosa enfermedad le ha aumentado un alarmante número de arrugas frontales que lo hacen parecer una persona de la tercera edad.
Todo comenzó cuando el joven aficionado a los intrumentos musicales emprendió una carrera política a la presidencia de la república. Traicionando a cuanto aliado se le cruzara enfrente y cambiando de discursos de acuerdo a sus intereses, Anaya detonó en su interior una extraña condición genética conocida como “Presidencialitis”.
De ser amigo de empresarios queretanos, la actitud de Ricky comenzó a desvariar progresivamente, comenzando a relacionarse con gente morena, durmiendo en la calle, padeciendo delirios de persecución por parte del CISEN y creerse perseguido político por la mafia del poder.
Esta extraña enfermedad la padecen actualmente una de cada 120 millones de personas y desintegra progresivamente el organismo, ocasionando falta de memoria, de carisma y de cabello. Actualmente no se cuenta con un remedio efectivo para combatirla y quien la padece podría incluso vivir del erario público de por vida.