Reseña: La Cocina de Alonso Ruizpalacios

Reseña: La Cocina, de Alonso Ruizpalacios, es cine mexa del chido

por Jovinho Estrada

Es como si mezclaras The Bear y Roma con conciencia de clase

Luego de anotarse un clasicazo con Güeros (2014), reflexionar en torno a la Historia con Museo (2018) y recordarnos que, antes de gandallas y malencarados, los polis también son seres humanos con Una película de policías (2021), el director Alonso Ruizpalacios nos entrega La Cocina, una bella cinta cargada de adrenalina, escenas mamalonas y una profunda reflexión en torno a la identidad.

La Cocina nos adentra, desde la mirada de la joven indocumentada Estela, en la cocina de The Grill, un restaurante de medio pelo ubicado en Nueva York. Ahí conocemos a Pedro (Raúl Briones), un carismático y problemático cocinero que recién embarazó a su enamorada, la mesera norteamericana Julia (Rooney Mara), y que encima es el sospechoso de haberse robado 8 mil dólares. A la par, se presenta al grupo de personajes de trabajadores inmigrantes indocumentados que hacen funcionar, a duras penas y en medio de insultos, accidentes y leperadas, la mentada cocina.

Sin demeritar a clásicos como No manches Frida 2, La Cocina se siente como algo fresco e innovador en el cine mexicano. Aquí, los personajes no parece que están recitando sus diálogos, sino que se perciben vivos, llenos de pasiones, frustraciones, añoranzas y contradicciones. La fotografía en blanco y negro ayuda a recalcar todos los contrastes entre ellos y nos indica que esta historia podría ocurrir en cualquier época.

Debido a un par de escenas, es imposible no acordarse de la serie The Bear y de otros productos que retratan la chamba restaurantera como un auténtico infierno. Sin embargo, Ruizpalacios va más allá al combinar la tensión laboral con las tensiones entre gringos e inmigrantes, pobres y ricos, blancos y morenos u hombres y mujeres. Es como si metieras en una bolsa la ya mencionada The Bear y Roma y les dieras de sapes con un libro de Marx.

Lo anterior se debe a que Ruizpalacios confeccionó su historia con base en una adaptación muy libre de la obra de teatro The Kitchen, de Arnold Wesker –que desde 1951 puso sobre la mesa varios de los temas abordados en la cinta–, así como en sus propias vivencias como cocinero en un restaurante de Inglaterra. La película toma por momentos este lenguaje teatral pero lo lleva a una intensidad sólo posible en la pantalla grande.

Finalmente, hay que destacar la actuación de Raúl Briones como Pedro, quien al igual que su personaje se entrega sin límites a su tarea, provocando lo mismo encanto que repudio. Y qué decir de Rooney Mara, actriz de primer nivel que le da a la Julieta de esta historia el rostro de una auténtica estrella de cine. Alrededor de ellos, un grupo de talentosos carnalitos y carnalitas de todas latitudes se rifan el pellejo y nos dejan diálogos y momentos memorables.

Sin embargo, La Cocina no es una película complaciente. Sí, es muy entretenida. Sí, te trae con la tensión a mil. Pero, al final de la fábula, no te vas con un final feliz o cómodo, sino con uno que literalmente confronta e invita a la reflexión. Ya sea que quieras ver cine mexa del bueno, dártelas de mamador de cine o de plano salir con más dudas que respuestas, esta es la película que hay que ver este fin de semana.

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