Creadores de South Park compran el restaurante Casa Bonita y ahora está prohibido dar propinas

Creadores de South Park compran el restaurante Casa Bonita y ahora está prohibido dar propinas

por Adolfo Santino
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Esto le m*maría a Cartman

Pueblo Montañés.- Los creadores de South Park abrieron un restaurante en donde no se permite dar propinas y así es cómo se ha de ver el Cielo.

Resulta que Trey Parker y Matt StonE (los creadores del programa) adquirieron hace algunos meses un restaurante en el estado de Colorado llamado “Casa Bonita”, mismo que había sido declarado en bancarrota y fue rescatado por los empresarios.

Es así que el lugar en el condado de Lakewood (pegado a Denver) reabrió sus puertas en mayo de este año, pero con el cambio de administración vinieron algunas modificaciones sustanciales que están llamando la atención.

Lo primero que hicieron Matt y Trey fue prohibir que se diera “propinas” o compensación de ningún tipo a los empleados que laboran ahí, justo para no crear “gastos ocultos” a los clientes. Hasta ahí, parece un triunfo de la humanidad contra algo impuesto como son las propinas, pero aquí viene la mejor parte…

El estado de Colorado tiene un salario mínimo de 13 dólares la hora que era lo que ganaban la mayoría de los empleados de “Casa Bonita”, quienes a partir de hoy percibirán un salario de 30 dólares la hora, lo que significa más del doble de lo que ganaban, por si creían que esos sueños jamás se cumplían.

 

“Hemos cambiado el sistema del modelo de propinas como compensación del suelo aumentando el salario a 30 dólares por hora para todo nuestro personal”, expreso uno de los visionarios sujetos.

“Esto beneficiaría a nuestros clientes que ya no tendrán que pagar más por su consumo”, agregó el creador del programa hablando a nombre de toda la humanidad.

El restaurante tiene la forma de una ex-hacienda española, y en su interior se pueden apreciar cascadas y vistas espectaculares, y ahora que es de los dueños de South Park, pues adquiere un atractivo adicional, agregado a aquello de no más lágrimas, digo, no más propinas.

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