Por increíble que parezca, eso no fue lo más gracioso que el exCanciller hizo este día, pues antes del evento se le vio llegando junto a su esposa, Rosalina Bueso, a bordo de un vochito eléctrico, confirmando que aquello del Tsuru para disimular sí sirve en las campañas, aunque no tanto a la hora de gobernar.

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Hablando de cosas que no se entienden: Yeri Mua y Kunno tuvieron que cancelar una presentación porque no se vendieron los boletos.