Estamos de suerte
IMSS sala 15, turno 342.- Hoy tenemos luz en los ojos. El día parece ir mejor y el sueño del mundo puede descansar una vez más. México despierta cansado, pero se ve más fuerte que otros días. Otros países han venido a verlo, excepto por Bolivia, que no ha venido a pesar de las llamadas. El tiempo es preciso.
El enfermero se acerca a nuestro amigo y pregunta, solo para saber, quién es su super héroe favorito. México voltea a su rostro pero no recibe una mirada de vuelta. Lo sabe. Esto es todo. El silencio es duro pero no es molesto, hay calma y, en cierta medida, hay derrota. Uno más. Un nombre más a una lista que no tiene fin. La pluma se usará de nuevo hasta que alguien por esa puerta entre y espere la pregunta, las últimas palabras. El silencio.
– Que vengan todos-. dice entre unas pequeñas risas, también reímos con él. Debemos dejar la sala ahora, es momento de que repose el broncolín.
México: los amigos que hicimos en el camino
Todos nos encontramos al otro día a las 12 del día. Está lloviendo, nadie esperaba este clima. Sin embargo, todos llegan sin falta. Incluso los que jamás respondieron. Hay globos y arreglos de flores, todo respira calma. Por la puerta llegan a tiempo sus héroes favoritos, Iron Man, Wolverine, Capitán América, el Hombre Araña, incluso un Batman que a nadie molestó. Por un momento, todos estuvimos bien.
México se fue a las 6 pm de esa tarde. El doctor nos lo dijo sin una sola palabra. Preparativos finales. Un pequeño velorio. Todos nos fuimos despidiendo poco a poco, sin la promesa de volver a vernos.
El coronavirus no puede hacerme nada, porque yo morí el día que murió mi país.
