Le falta práctica con la chancla pero le sobra corazón
Palacio Nacional – Ahora que AMLO levantó su guante infinito anticorrupción y destruyó la mitad de la guarderías del país por ser un potencial foco infeccioso para la corrupción, muchos padres y madres trabajadores se quedaron bailando al no saber qué hacer con las bendiciones.
Por supuesto, AMLO no cierra una puerta sin abrir una ventana, así que el cabecita de algodón favorito de México ofreció convertir el Palacio Nacional en una guardería y cuidar a todos los hijos del país él mismo, con sus propias manos campesinas. El abuelito de México estará a cargo de los 4 millones 353 mil 914 niños que hay en el país. Él solito. A todos.
Es bien sabido que nuestro presidente es bueno con los infantes. De hecho, alguna vez dijo famosamente “dejad que los niños vengan a mí”, una frase que quedó inmortalizada para siempre jamás en la cartilla moral. También cuenta con la edad necesaria para ofrecer sabiduría a los más pequeños. Y aunque no es una mujer, característica necesaria para cuidar bebés, de acuerdo con el secretario de hacienda Carlos Urzúa, Tata AMLO (como le gusta que le digan) tiene el corazón lo suficientemente para albergar dentro a todo el Futuro de México™.
Otra ventaja accidental de la Gran Guardería de México es el talento de AMLO para dormir a propios y extraños, por lo que con pantallas transmitiendo sus discursos frente a los niños no tendrá ningún problema poniéndolos a descansar hasta que sus padres pasen por sus bendiciones al salir de trabajar.