“O simplemente son drogadictos”, señalaron
México Siempre Fiel.- Seguramente en la primaria tuviste a ese compañero que se sentaba atrás de ti y en varias ocaciones te pedía que voltearas a verlo, y cuando lo hacías eras testigo de una de las imagines más perturbadoras que jamás te imaginaste que ibas a ver, pues el morro ya estaba con los párpados al revés tratando de asustarte aparentando una enfermedad contagiosa en los ojos.
Y si no tuviste a ese compañero en la primaria es porque seguramente tú eras ese niño anormal a quien no le daba miedo jugar con sus ojos para conseguir una ptosis, ni quedarse sin amigos pues a todos les daba asco presenciar tus mañanas oculares.
“Este tipo de niños presentan grabes problemas psicológicos ocasionados por abusos cometidos por mayores, quienes casi siempre son los tíos”, dijo el Dr. Psiquiatra para El Deforma. “Y todos terminan siendo psicópatas o, en el mejor de los casos, adictos a la piedra” señaló.
“Es duro ver que tu hijo hace eso con sus ojos y saber que en el futuro se volverá piedroso y capaz de ocasionar un acto psicótico en contra de la humanidad”, mencionó una madre de un niño de diez años que se voltea los párpados por lo menos 40 veces al día.
Es bien sabido que a Charles Manson le gustaba voltearse los párpados de morro.
Según el Dr. Psiquiatra, si se detecta a tiempo este asqueroso y repugnante hábito en un chamaco, todavía es posible salvarlo de cometer un acto terrorista, pues existen diversos tratamientos para que el niño se comporte y tenga una vida feliz y fuera de peligro de alguna enfermedad mental.
Uno de los tratamientos más efectivos es prohibirle al niño que siga viendo videos de youtubers españoles pues están acabando con su cerebro, y otro es darle tres abrazos al día pues sin duda lo que más necesita un morro voltea párpados es amor paternal.
A continuación un video de un psicópata enseñando técnicas para voltearte los ojos.
“Es que yo sólo quería impresionar a mi familia y amigos cuando era chiquito”, expresó el asesino serial mientras recordaba sus épocas de irresponsabilidad cuando se volteaba los párpados en la primaria. “Siempre pensé que así era como encontraría el amor”, confesó.
