Los semáforos se derriten, literalmente
El fin del mundo.- Tú, bien delicado, quejándote de la calor de la CDMX, cuando en otros ligares del país las mismísimas llamas del infierno se han instalado en calles y avenidas, derritiendo y calcinando todo lo que encuentran a su alrededor: semáforos, estructuras de luz, personas, las ganas de vivir…
“¡No me quiero ir, señor Stark!”, exclamó un semáforo antes que el malvado sol, más terrible que Thanos, le lanzara un poderoso rayo y lo convirtiera en una masa de plástico chamuscado. Y esto mismo ocurrió con demás aparatos expuestos al pleno solazo.
Según los medios más serios informativos, las temperaturas en Torreón han alcanzado los ¡40 grados centígrados! Y tú sufriendo con apenas 34 grados, ¡ja!, ni aguantas nada, ten tantita madre y compadécete de tus compatriotas del norte del país, donde la carnita azada se va a hacer sin necesidad de prender ningún fogón.
Para fortuna de la valiente gente de Torreón, el semáforo, a pesar de estar todo derretido, aún funciona bien y puede controlar el tráfico. El único problema, y hasta nuevo aviso, seguirá siendo ese calor insoportable que ya mero alcanza a AMLO en las encuestas.