“Qué agradable caja de cereal”
Día 24 desde el primer brote de campañas políticas.- La población mexicana ha resistido al virus pero la contaminación visual y auditiva empeora las condiciones de salud. El aire es denso, nublado y persisten reportes del síndrome sonoro Yuawi Naranja. La ciudadanía no baja la guardia.
Entre el desasosiego del caos y el alcoholismo de Felipe Calderón, los mexicanos encuentran calma a sus agitadas vidas en el entretenimiento y los políticos son la materia prima de esa diversión. Los centinelas del turno de fin de semana avistaron a un regio y manso ser de escasa cultura: se le ha denominado El Bronco.
Aunque parece bonachón, el amigo, que está grasiento de su carita, brama en busca de votos y manos: sus alimentos principales. Varios pobladores queretenses le hicieron compañía al Bronco, como si se tratara de un oso en cautiverio. Una de nuestras cámaras captó el contacto que tuvo con una lugareña, que, segura de haberlo visto en televisión le habló con confianza.
? #VIDEO “Me gustan sus canciones”, le dijo hoy una comerciante al candidato presidencial independiente @JaimeRdzNL ‘El Bronco’, quien visitó el mercado de La Cruz en la ciudad de #Querétaro #Elecciones2018 ? pic.twitter.com/3U9xJ1uqz8
— CódigoQro (@CodigoQro) 24 de abril de 2018
Jaimicus Rodríguez Calderón, nombre científico inventado hace cinco minutos, también puede ser confundido con el semental regio de marcadas similitudes pero siempre inalcanzable, “El Gigante Guadalupe Esparza”. Ante esta confusión causada por Doña Vergas, Bronco 2.0 continuó su marcha en busca de ese alguien que lo quiera incondicionalmente: una fotocopiadora con suficiente tinta para falsificar 150,000 firmas de registro público.