Ahí va el último rastro de confianza en la humanidad
México.- La gente que utiliza el Sistema de Transporte Colectivo Metro conoce muy bien la existencia de cierto tipo de lacras sociales que se infiltra entre los pasajeros para aplicar el mejor conocido como “bolseo“. Este tipo de robo naco se propaga sobre todo en grandes grupos que se apretujan dentro de un vagón de la siguiente manera.
Sobre este mismo tema, el fin de semana pasado, dos maestros de la UNAM sintieron el fuego del espíritu justiciero para reclamar al ladrón el robo de un celular a un joven dentro del STC.
Fue entonces que el hada de la injusticia roció con sus polvos mágicos a Gerardo Martín Silva Rosas y María Elisa Silva Gómez, cuando el ladrón entregó el celular a los profesores en la Facultad de Economía justo en el momento en que se acercaron los elementos de seguridad del Metro, por lo que procedieron a registrar a los universitarios.
Al resistirse a la revisión, pues no se trataba de ellos sino del otro rata malparido, la policía auxiliar decidió escoltarlos hasta la cárcel dentro del Metro Pino Suárez, muy a pesar de la gente que afirmaba su inocencia. Pero no se detuvieron ahí, oh vaya que no, pues una de las testigos que se encontraba grabando este hecho con su celular también fue remitida al MP por andar de mitotera.
Justo después del arresto, varios testigos se movieron hasta la cárcel para pedir la liberación de los tres implicados. Y nada más para que te dé un poco más de coraje, pasaron más de 12 horas ahí adentro, mientras la policía que los había arrestado y el ladrón real se desvanecieron con lo último que quedó de tu fe en la justicia de nuestro país.
