Adiós, guajolota
La CeDeMequis.- Debido al descarado incremento al precio del bolillo, millones de capitalinos se vieron en la necesidad de renunciar a su guajolota diaria y sustituirla por unos tacos de tamal, para poder superar así la crisis.
Esta decisión no fue fácil de tomar, debido a que, como todos sabemos, el bolillo para un chilango es tan indispensable como lo es la carne azada para los del norte, o el panucho para los yucatecos, o las escaleras no eléctricas para los de Tlaxcala.
De modo que, con todo el dolor de su corazón, los capitalinos tuvieron que decirle “adiós, vaquero” a las tortas de tamal y conformarse con unos tacos de tamal, “a mí se me hacen bien buenas las guajolotas, pero, chale, ya está bien caro el bolillo, ni modo, valedor, no me agüito… ¡cámara, que se armen los tacos de tamal!”, expresó un chilango mientras se subía al metro.
Para mayor desgracia, el alto costo del bolillo impedirá que los chilangos hagan torta todo lo que se les ponga enfrente. Es decir que, además de las guajolotas, renunciarán a las tortas de chilaquiles, tortas de sopa, tortas de hielo, tortas de bolillo y tortas de torta sin torta.
Fuentes de la Alameda afirman que esta crisis de bolillo fomentará la imaginación del chilango y hará que se las ingenien para crear nuevos e insólitos alimentos. Algunos chilangos analizan la posibilidad de hacer tortas de tamal sin bolillo, “el bolillo está muy caro, pero no hay bronca: si existen las quesadillas sin queso, podemos inventar la torta sin bolillo, por algo somos chilangos”, sentenció un capitalino.