Asta La Vista metro Pantitlán
Estado de México.- Los habitantes del estado más carismático del Valle de México están extremadamente sorprendidos por los recientes acontecimientos que ni en sueños creerían suceder: ¡el primer edomexicaniano encontró trabajo a cinco calles de su casa! No más viajes de dos horas y media hasta su chamba, no más metro a hora pico, no más “no digo dónde vivo en el trabajo o en la escuela porque esconden sus carteras”. ¡NO MÁS!
Después de generaciones completas de mexiquenses trabajando para las malvadas corporaciones de la Ciudad de México, fue Juan Juárez el que metió el primer curriculum a una empresa ubicada en el Estado de México, a tan solo unas calles de su hogar. “Chicle y pega, me dije”, afirmó este héroe local.
Uno a uno, los habitantes del estado fueron solicitando trabajos cerca de sus hogares, activando la economía de un lugar por el que ya nadie daba un solo peso. “Pues es que no sabíamos, nos dijeron que nuestros ancestros hacían esa peregrinación para brindar tributo al Dios Maíz, aunque después nos enteramos que eran los papás”, declaró Miguel León Portillo, el historiador/contador más importante del Edo. Mex.
Por otra parte, la Ciudad de México se encuentra completamente vacía. Sus principales centros corporativos están en total ruina debido a que los mexiquenses formaban parte del 98.8888% de su planta trabajadora; el otro 1% eran chilangos y el resto del porcentaje era aire que movía los papeleos burocráticos de las instituciones de gobierno.
“Por fa, vuelvan. A cambio les daremos un vale por un pedazo de rosca de reyes”, confesó el jefe de Gobierno de la Ciudad de México para recuperar a su chofer, a su asistente principal y a su costurera especial de chalecos.
