¿Qué pasa en México?
México.- El extraño caso de la supuesta niña de nombre Frida Sofía que se encontraba atrapada en el edificio de la calle Rébsamen, ha dado mucho de qué hablar y provocó una ola de información falsa o guerra mediática.
Todos ya sabemos que Frida Sofía nunca existió, pero la duda sigue siendo qué pasó realmente.
Algunos lo ven como un show montado para Aurelio Nuño y su posible candidatura presidencial.
De ahí que muchos no entiendan cómo es que la SEP no sabía desde el principio que no existía una niña registrada bajo ese nombre. Y que además la información fue replicada por autoridades y medios.
Hay videos de todo tipo
https://twitter.com/AlKotero/status/910651422793859073
Pasamos a la cobertura de los medios donde Televisa se lleva la peor parte. Su reportera, Danielle Dithurbide que, sin verificar la información, rompe frente a la cámara
Luego, la Marina pasa a decir en un punto que la niña, o la persona “tal vez sí existe, solamente que puede tratarse de alguien de intendencia”. O sea, no hay tal Frida, pero sí había gente atrapada.
Pero esto tendría que ser real ¿no? pues Aristegui también lo reportaba y ella nunca falla:
En serio
https://youtu.be/UX0tHDKK2sA
Y luego la Marina se comunica de nuevo y se disculpa:
#ÚLTIMAHORA. La Marina se disculpa por la información dada sobre #FridaSofía en el colegio #Enrique Rébsamen pic.twitter.com/wfBFZR6Irt
— El Financiero TV (@ElFinancieroTv) September 22, 2017
Y también Aristegui denuncia show:
¿Pero entonces qué es real y qué no?
No sabemos…
TV Azteca tiene un momento brllante y considera que es buen momento de trollear y saca el capítulo de los Simpsons de Timmy O’Toole
¿Oye, pero que no TV Azteca también andaba con la cobertura de Frida Sofía?
Sí, pero ya nadie sabe para donde patalear.
¿Y qué aprendimos?
Que en estos casos hay que tener mucho cuidado con la información que va y viene, hay que verificarla, investigar por cuenta propia los datos, corroborar en varias fuentes y no permitir que se creen teléfonos descompuestos.
Cartón por Nerilicón, El Economista
