Ya se habían tardado
La CDMX.- En la heroica Ciudad de las Quesadillas sin Queso acabamos de perder el último gramo de vergüenza que nos quedaba y el poquito temor de Dios que aún teníamos, pues ahora hemos desafiado y quebrantado todas las leyes conchísticas y tamaleras al inventar una perturbadora creación gastronómica: la guajoloconcha.
“Tururú, próxima estación: arder en las llamas del infierno”, expresó la cariñosa vocecita del metro cuando un individuo sacó su torta de tamal hecha con una concha en lugar de un bolillo. “Ya estarás contento, chilango, acabas de matar a Dios”, agregó Rogelio Nietzsche, un norteño bien norteño que lleva dos años viviendo en la CDMX.
Pareciera que todo este mame de las conchas es una extrema competencia de “a ver quién inventa lo más enfermo y barroco usando una concha”, y quizás ya tenemos un ganador (al menos de que invente la michelada de concha “conchelada” o los dorilokos de concha “doriconcha”, pero mejor no hay que dar más ideas).
Nuestras fuentes informan que Carlos Miranda Monroy es el responsable de este híbrido bolilludo conchoso y tamalístico, pero es importante mencionar que un par de usuarios de Twitter también ya se habían topado con la guajoloconcha (con algunas variaciones) e incluso algunos, sin saber que ya existía, anhelaban este invento:
Y ya, amigos, con este invento acabamos de causarle un reverendo soponcio a diosito, o hemos hecho enojar a Tlaloc (que de por sí siempre anda de mal humor), o nos hemos ganado el bullying del resto del país. Pero quizás también sea todo lo contrario, y con las guajoloconchas hemos dado firmemente un paso hacia el futuro, y esta deliciosa creación nos va a conducir de inmediato al primer mundo.
Por cierto, también ya existe la manteconchamuerta (la combinación de una mantecada, una concha y un pan de muerto). A ver qué valiente chilango se la come en un bolillo, o qué valiente chilango la abre y le mete un tamal en medio, o, en el mejor de los casos, qué valiente chilango le mete un tamal en medio y luego todo lo pone en un bolillo.