Dios no cierra una reja sin abrir una ventana
La Tuna – Después de dos fugas de película, décadas de persecución y un juicio que duró años y que llegó a embarrar a altas figuras del poder en México, por fin sentenciaron al Chapo en Estados Unidos. Por su pasado como “agricultor de maíz y frijol”, como a él mismo le gustaba decir, le dieron nada más y nada menos que una cadena perpetua más 50 años. O sea que se va a morir y después su reencarnación va a estar todavía 50 años en la cárcel. Increíble el sistema penal.
Pero no todo está perdido para la familia Guzmán. Como bien dicen, Dios no cierra una reja sin abrir una ventana en un centro comercial, porque la hija mayor del Chapo, Alejandrina Guzmán, presentó ayer martes su nueva línea de ropa, que lleva el nombre de “El Chapo 701”. El 701 es por el número en el que la revista Forbes puso al Chapo en su lista de las personas más ricas del mundo alguna vez.
La ropa mezcla el estilo buchón con una ondita europea, dando vida a un nuevo estilo que bautizamos como buchic. Y, en realidad, es más barata de lo que uno pensaría, con bombers y hoodies en alrededor de 1500 pesos, y con una línea de blazers que rondan los 8500 pesos. También tienen blusas, gorras y souvenirs para que vivas en carne propia la fantasía del narcotráfico sin tener que mancharte las manos de sangre ni el corazón de culpa.
Por lo pronto, mientras su hija capitaliza la leyenda del Chapo Guzmán con mercancía, al Chapo le espera vivir el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad sin la posibilidad de ver ni a su esposa. De acuerdo con CNÑ (la versión veñ de CNN), el Chapo todavía podría apelar la sentencia, pero si la solicitud es negada, puede que esta sea la última vez que vimos al Chapo… ¿Será este el fin del Hombre Araña?
