Transformación de un candidato, desde que anda besando viejitas en la calle hasta que es diputado

Transformación de un candidato, desde que anda besando viejitas en la calle hasta que es diputado

por Adolfo Santino

“Voy a abrazar a un niño, ten lista la cámara”

San Pedro de los Saguaros.- En la Social Democracia en la que vivimos, ningún candidato a algún puesto de elección popular puede llegar a menos que mienta y prometa regalar cosas a la gente humilde, lo cual tiene que ser transmitido de colonia en colonia, obligando a los candidatos a caminar abrazando y besando a personas que no volverán a ver en sus vidas.

Este lento y lastimoso proceso de transformación de un candidato desde que tiene que hacer estos circos hasta que resulta electo y empieza a buscar departamentos de lujo en Polanco para vivir de la dieta se da de la siguiente manera:

1. Pasa por las calle besando y abrazando a niños y personas mayores para simular que es “uno de ellos”, que “de ahí salió y no se olvidará de ellos”.

2. Una vez que lo ubican, su equipo de campaña reparte publicidad, despensas, paraguas, sandalias, dinero en efectivo y/o cualquier otro regalo para comprar el voto de las personas que sienten que “el candidato visitó sus casas y los está ayudando”.

3. El personaje sólo se pasea por las colonias para verificar cuantas bardas con su nombre están pintadas.

4. Una vez que el candidato gana, empieza a usar trajes de corte fino todos los días aunque afuera esté a 40º centígrados, pero lo hace para verse “presentable” para los “negocios” y “amarres”.

5. Visita la ciudad de México para buscar departamento de lujo en el que vivirá por lo menos los siguientes 3 años.

6. Sólo vuelve a visitar su estado para cobrar los moches con el gobernador en turno por haber “bajado presupuesto”, o para los actos de campaña de su partido.

7. Te vienen unas enormes ganas de cambiar la quimioterapia por agua con sal.

Adolfo Santino

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