¡Visionario!
Casa de Quique Gavilán.- El dia de ayer, Ricardo Anaya, presidente, múscio de corazón, secretario, candidato presidencial, imagen publicitaria y contralor del PAN, llevó a su hijo al colegio, demostrando que es todo un ejemplo a seguir y superior a millones de mexicanos que sólo les dan la bendición en la puerta de su casa.
Es así que “el joven maravilla“, como él mismo se puso, compartió para los reporteros del Deforma las epopeyas de las que es capaz y que realizará el día de hoy aprovechando que el mal tiempo sigue en Atlanta y no ha podido visitar su terruño.
1. Revolverá los huevos lo suficiente hasta que queden de una consistencia ideal para hacer omelettes.
2. Tiene que ir a pagar la luz, pero no confía en el Oxxo ni el banco. Es por ello que tendrá que ir a las oficinas de la CFE, hacer cola y pagar su recibo que salió altísimo por haber puesto calentones durante Navidad.
3. El tanque de gasolina esta menos de la mitad. Es posible que haga una parada para llenarlo de camino a clausurar alguna sucursal estatal su partido.
4. No sólo lleva a sus hijos a la escuela, sino que a veces, también pasa de ellos para preguntarles cómo va su proceso de adaptación con niños que hablan castellano.
5. Usará el hilo dental después de cada comida, aún y cuando no le gusta hacerlo.
6. Hablará con militantes para calar las aguas, y ver si están alienados o los desafilia saludarlos.
7. Él sabe que a nadie le queda el café como le gusta, por eso, él mismo se lo prepara.
8. Se autodesignará como el tipo más gracioso que ha tenido su partido.
9. Se esperará que haya mucha gente en un negocio de elotes para bajarse a comprar uno para ver cuantos lo saludan.
10. Jugará en su iPad una partida de “Clash of Titans” y quedará en un lejano cuarto lugar.
11. Se cortará el pelo al ras para seguir aparentando menos de 40.
12. Se amarrará las agujetas de los zapatos tan bien que no se le desabrocharán en todo el día.
Después de la odisea consuetudinaria, Ricardo termina exhausto pero satisfecho de seguir cumpliendo sus caprichos sueños.
