Posmodernía.- Una persona dejó un zapato en medio de una sala de un museo, y los visitantes lo empezaron a contemplar como si fuera arte.
Desde hace un tiempo (específicamente desde que dejaron de aparecer tazos, TKch’s y figuras de Sonric’s), las expresiones artísticas se han diversificado, tanto que incluso se ha llegado a ver algo tan absurdo como una banana pegada con cinta masking en un museo para ser pasada por “arte”.
Esta tendencia ha ido en aumento, tanto que cada que se escucha la palabra “arte moderno” nos imaginamos un trabajo similar al que hacen los niños de párvulos.
Sabedor de eso, un joven colocó uno de sus zapatos en medio de una sala de un museo para ver si la gente reaccionaba, y pues cuál va siendo sorpresa que sí lo hicieron.
En un video grabado por el mismo “artista”, se observa cómo algunos de los visitantes al ver el “objeto” en el suelo empiezan a “contemplarlo” y tomarle fotos, confirmando aquello de que “cualquiera puede cocinar”, perdón, que cualquier cosa puede ser “artística”.
Cuando el visitante empieza a admirar el zapato, el dueño del zapato y la nova pieza de arte, se trata de contener la risa para no echar a perder la broma.
Por más que quisiéramos saber en qué museo se hizo la graciosada, el autor del clip no lo dice, pero sí se ve claramente que se trata de una exposición de arte posmoderno.
Cerramos con los frescos de Miguel Ángel Buonarotti que servirán para terminar de una vez por todos las intentonas subjetivistas de “cualquier cosa puede ser arte”:
LERO, LERO PERO CIERTO
INCÓMODAMENTE REAL
PLANTADAMENTE REAL
TODOS SABÍAN REMATAR DE CABEZA PERO CIERTO
RETIRADAMENTE REAL
La jubilación de los gringos será más interesante así