Increíble pero cierto

En noticias de Namibia, este artista colocó unas bocinas para que tocaran “África” by Toto todo el santo día

Usa esta información para impresionar a tu crush

Down in Africa – Si un día estás perdido por el desierto de Namibia buscando la última coca del desierto o vagando con tu tribu durante décadas, tarde o temprano te encontrarás con los acordes de “África”, la famosa canción de Toto. Seguro pensarás que se trata de una alucinación causada por el calor, igual que esa morra con la que te besaste hace algunos kilómetros y resultó ser un cactus. Pero no, esto es completamente real.

Se trata de un juego de bocinas conectadas a un MP3 que siempre estará reproduciendo “Africa” de Toto. Todo el equipo funciona con luz solar y si algo sobra en el desierto es luz solar, así que esta instalación probablemente funcione para siempre siempre siempre siempre siempre… 

O al menos hasta que la Tierra sea engullida por el agujero negro en el que se habrá convertido el Sol.

Aunque podrías pensar (como nosotros) que Namibia no existe y sólo fue un invento de la conductora de Confetti para hacernos perder en el Watch de anoche, la realidad es que lleva ahí algunos años siendo parte del continente africano y su desierto es el más viejo del mundo, con 55 millones de años, además de que es el país del mundo que más cerveza consume per capita. Usa estos datos sabiamente para impresionar a tu crush y no volver a perder en Confetti.

“Africa”, la canción de Toto, es la responsable de haber descubierto el continente africano, de acuerdo con los libros de historia y es conocida como “esa canción que todo mundo conoce y nadie sabe su nombre”.

El artista responsable de esta instalación bellísima y absurda es el alemán (probablemente en drogas) Max Siedentopf, y aunque aseguró que esta instalación no tiene un impacto ambiental negativo, la realidad es que se ha convertido en el punto perfecto para que serpientes, camellos y otros animales del desierto se reúnan a escuchar algo de música, tomar cerveza y luego dejar todas sus latas ahí tiradas, igualito que tú y tus primos cuando van a acampar.

“¡Súbanle a esa chingadera!”, declaró extasiado un camello local para El Deforma.

Redacción

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