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A un lado, LuisMi: cantante italiano destruye escenografía porque no se escuchaba bien el sonido

Se puso peor que tu papá cuando veía el recibo de la luz

Aldea de los destrozos.- El cantante italiano Blanco se descontroló en plena presentación y destruyó el escenario porque no se escuchaba el sonido.

Fue durante el festival de Sanremo que el famoso artista Riccardo Fabbriconi tuvo un lapsus de ira y a mitad de su canción empezó a patear todos los adornos que estaban en el escenario ante la presencia de millones de espectadores.

A este cantante le urge unas clases de control de ira

Aunque no lo crean, este Blanco es de los artistas más famosos en el país de la bota y hasta podríamos decir que es como un “Peso Pluma itálico” solo que con un poquito más mal humor que el tapatío, pero el mismo corte horrendo de cabello.

La escenita causada por Fabbriconi provocó que terminara su presentación con abucheos de los presentes, y con un daño al patrimonio del festival que es auspiciado con recursos públicos.

Según el cantante, él pequeño exabrupto habría sido provocado por un problema técnico que le impedía escuchar la base musical de su canción por los auriculares y de ahí que haya actuado como el Pato Donald o Kylo Ren.

“Blanco será llamado a pagar los daños causados a la RAI y a responder por el delito de daños”, explicó en comunicado la asociación de consumidores Codacons.

“Más allá del aspecto penal, la destrucción causada ayer por Blanco produjo un evidente daño económico a los ciudadanos. La escenografía del Teatro Ariston (donde se celebra Sanremo) es de hecho pagada por los italianos. La ruptura de jarrones y flores ha supuesto un desperdicio de dinero público que el artista deberá pagar”, agregaron los organizadores realmente molestos de tener que lidiar con centennials iracundos.

Cabe mencionar que Blanco ya había sido declarado ganador del mismo festival hace 2 años, solo que en ese entonces no destruyó nada.

Por si no lo viste: una página de viajes anda ofreciendo a extranjeros un tour por el Barrio de Tepito y pues…

Adolfo Santino

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