Mercado Digital.- Las ventas de amuletos y “detentes” han caído estrepitosamente luego del segundo contagio del presidente López Obrador.
Estos talismanes eran de toda la confianza del mandatario, y en varias ocasiones los presumió en sus conferencias mañaneras como el remedio para que no le diera Covid, pero ahora que ha salido positivo por segunda vez, se ha puesto en tela de duda su eficacia.
Tras la noticia, miles de personas que tenían pensando comprar uno de estos colguijes para combatir la variante Omicrón y la Deltomicrón, se la han pensado dos veces afectando así las ventas de este milagroso producto.
Es tanta la súbita desconfianza a estos escapularios que muchas tiendas de artículos religiosos han anunciado su cierre temporal hasta que la gente vuelva a confiar en sus misteriosos remedios.
“Pues yo tengo mi pata de conejo y no me pasa nada”, anunció Ebrard aprovechando que ya se había tocado el tema en Palacio Nacional.
Por su parte, la PROFECO hará una visita sorpresa a la empresa donde se fabrican estos medallitas que prometían cuidados sobrenaturales al portador, y que resultaron ser apócrifos.
“El presidente se enfermó por su culpa”, así llegó el titular de la dependencia al tumbar la empresa de la fábrica.
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