Sin ayuda de humanos, Sony arma un PS4 en 30 segundos

Eso es vivir en el futuro

Entre los secretos más guardados de la empresa Sony era el tiempo que le tomaba a sus fábricas para armar una de sus consolas. Finalmente, un artículo revela que es posible crear una PlayStation 4 en alrededor de 30 segundos con la ayuda, en su mayoría, de robots.

El artículo titulado “El el arma secreta de PlayStation: una fábrica casi completamente automatizada” del medio Nikkei Asian Review señala con detalle cómo es el funcionamiento de la planta robotizada ubicada a las afueras de la ciudad de de Kisarazu, en la prefectura de Chiba.

Los visitantes son recibidos por el zumbido de decenas de motores de robots que producen sin descanso las PlayStation 4 de manera fluida y sin errores. El tiempo es impresionante considerado el delicado software que cada equipo lleva en su interior.

La fábrica cuenta sólo con cuatro empleados humanos, dos encargados de proporcionar las placas base a la línea de ensamblaje y dos que se encargan del embalaje. Para todo lo demás se utilizan robots de la empresa japonesa Mitsubishi Electric.

De los 32 robots de Kisarazu, 22 se encargan de conectar con habilidad cables, cinta y otras partes flexibles de las consolas. Un avance con respecto a otros robots que encontrarían la tarea y manejo hábil de materiales como algo demasiado delicado.

Un ingeniero comentó para el artículo que es probable que no haya otro lugar que pueda manejar robots de esta manera y automatizar los procesos en lo que aseguran es una “optimización en la mano de obra robótica y humana”.

El foco de esta productividad se debe al diseñador de la consola que se lanzó en Japón en diciembre de 1994, Teiya Goto, pues se concentró en crear un sistema que fuera fácil de producir en masa.

Fue un trabajo en equipo con otros ingenieros en Kisarazu para mejorar la tecnología de producción y estos son los resultados. Considerando que la PS4 baja sus ventas ahora que se acerca el fin de su vida comercial, este proceso ayuda en mantener la rentabilidad y que no sea víctima de la competitividad de los precios.