Cuna de Virus – Harto de las preguntas repetidas de los reporteros en su conferencia diaria de las 7:00 PM, Hugo López-Gatell amenazó con aplicar un examen sorpresa a los reporteros que cubren el evento como condición para dejarlos pasar.
Aunque el subsecretario de salud es famoso por su paciencia para explicar complejos mecanismos epidemiológicos en un lenguaje que hasta tu abuelito puede entender, los reporteros se han mostrado poco interesados por la clase prefiriendo estar en el celular o lanzando bolas de papel.
Debido a esto, el subsecretario perdió la paciencia y aseguró que prefiere quedarse con 3 reporteros que sí pongan atención a tener un grupo de 50 pero que preguntan cosas que explicó literalmente hace 5 minutos.
“He sido tolerante hasta excesos criticables con esta clase, pero todo tiene un límite”, advirtió con tono evidentemente molesto.
Según se pudo confirmar en el portal de transparencia de la Secretaría de Salud, muchos de los reporteros ya están al borde de ser reprobados por inasistencias o por sus bajas calificaciones.
Algunos han incurrido en la mañosa táctica de saltarse el orden para preguntar, lo que les ha bajado puntos al grado de que necesitarían sacar más de 8.5 en el examen para poder aprobar la materia satisfactoriamente.
“Esa muchachita Blanca de M*lenio es un poco problemática y altera el orden del grupo”, confesó al Deforma Alejandro Svarch Pérez, quien se desempeña como funcionario del Insabi y profesor adjunto de las clases de López-Gatell.
De continuar este escenario, los reporteros reprobarán la materia y deberán recursar en verano, lo cual sería una tragedia porque les quitaría tiempo de intentar escribir la próxima Gran Novela Latinoaméricana o lo que sea que hagan los reporteros en sus ratos libres.
Seguiremos estudiando estadística básica nomás para tener derecho de burlarnos
"Que vayan a trabajar los que no quieran convivir con sus suegras", propuso un líder…
AVARICIOSAMENTE CIERTO
ENFÁTICAMENTE REAL
QUÉ AGUSTICIDAD PERO CIERTO
A PENUMBRAS PERO CIERTO
SIN FRÍO MADRILEÑO PERO CIERTO