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Expertos confirman que los romeritos quedan mejor si los echas a la basura

“Mmm, vamos a comer una ramitas con mole. Sí que sí.”

Cena de navidad.- La población mexicana se prepara un año más para la llegada del fin de año. Con ello llegan compras apresuradas, melancolías de temporada y las comidas de navidad y año nuevo. Decidir qué se comerá depende de cada familia. Hay quienes traerán el mejor festín Gorumet y otros probarán los buenos tacos de Bisteck con Doña Berna… y luego están los romeritos.

Después de Yuri de Gortari y Jauja Cocina Mexicanos, cientos de cocinas han tratado de emular este salado plato con, básicamente, mole y hierbas verdes, ah sí, no olvidemos poner tortitas de camarón para armar el mejor armatoste de diciembre. Científicos del arte culinario han investigado por años la razón de existir de los romeritos. Las conclusiones fueron sorprendentes pero previsibles.

Simplemente no deberían existir y estar lo más lejos posible de la cena de Nochebuena. La sola presencia de los romeros pueden llenar de cochambre a los comensales presentes. Una sola probada cambiará y arruinará a las demás guarniciones.

¿Y por qué seguimos comiendo romeritos?

La costumbre es el pilar de la cultura. Una tradición de comer los quelites surgió desde los conventos. El entonces llamado revoltijo se volvió un manjar digno de las cenas donde el frío quemaba la esperanza de los pobladores. Sin embargo no hay una fecha exacta, aún así comanlos, amigos, que cada quien haga lo que quiera de su boca.

Oso Rulo

Enquememetido

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Oso Rulo