México.- ¿Qué tenemos, Ramírez, qué tenemos? Pues a un policía y a unos morritos de primaria, allá en León Guanajuato, que nos hacen pensar que la vida sí vale todo, y nos ayudan a recobrar nuestra fe en la humanidad y nuestra esperanza en un mundo mejor.
Resulta que un oficial de policía, Jesús Ortega Pedroza, quien se encarga de cuidar una de las zonas más violentas de la ciudad, fue sorprendido por varios chavitos de la primaria Belisario Domínguez.
Los pequeños se acercaron al poli en buen plan, sacaron sus cuadernos y le pidieron varios autógrafos. Tal como si se tratara de una auténtica celebridad o de algún superhéroe de Marvel que estuviera patrullando por ahí.
El oficial dijo que ya estaba por retirarse del lugar cuando un niño o niña se le acercó, lo saludó y le pidió un autógrafo. Y así se fueron congregando varios morritos que también le pidieron autógrafo. Jesús Ortega se la pasó unos cuarenta minutos firmando cuadernos y dejando mensajes motivacionales para los chavitos.
Claro que nadie se esperaba esta experiencia, ni el poli, ni los papás, ni los profes, ni México. Pero es seguro que el oficial salió muy motivado después de esta experiencia. Y quizás falte mucho para que los civiles y los policías hagan las paces y se lleven bien, pero “por eso, joven”, por algo se empieza, ¿sí o no raza?
Los que lanzaron petardos se quedaron sin regalos... y sin la amistad de los vecinos
Así se consiente despues de una noche ajetreada
Después de NocheBuena debería haber un fin de semana para recuperarse
"Hay que irlos pensando porque luego nos agarran las prisas con las uvas", arengó una…
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO