Aldea Kármica.- Un inusitado temor se ha apoderado de instructores de karate, taekwondo, kune do y otras disciplinas afines, quienes solían presumir sus logros, años de entrenamientos y por supuesto, la cinta que son.
No se sabe de dónde surgió dicha paranoia, pero ellos creen que el sólo hecho de hablar de a dónde han ido a torneos, es causal para que el karma haga su trabajo en forma de golpe reciclado, razón por la que ya no hablan tanto.
‘No sé, como que siento que si digo que soy cinta negra, me van a aventar algo al hocico’, pronosticó no exento de razón el dueño de un dojo.
La histeria colectiva se ha apoderado incluso de los estudiantes de estas disciplinas pues ya no quieren decir ni siquiera que van a clases de karate, cosa que antes presumían cada 5 minutos, pero que ahora evitan hacer por miedo a una represalia divina.
El temor no es injustificado, pues la sociedad en su conjunto ya estaba harta de escuchar el grado que estas personas tenían, razón por la que habrían optado por aventarles lo que tuvieran en mano cada que hablaban de sí mismos.
‘Yo le aviento botellazos a los karatecas, pero también a los veganos, crosfiteros y personas que venden cuponeras‘, explicó un ciudadano comprometido con un mundo mejor.
En caso de seguir esta tendencia, se podría llegar al punto en que un vegano o un karateka no vuelvan a contarle a nadie de sus mañas, cosa que acercaría a la humanidad al Nirvana.
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"Ahora para las elecciones en España sí le vamos a atinar", adelataron
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