México.- Después de celebrar el pasado sábado, la Marcha anual del Orgullo LGBT con mucho éxito, los heterosexuales mexicanos también quisieron formar parte de todo, pues porque así se les crió, para querer meter sus narices en lo que sea.
Así que el gobierno de la Ciudad de México abrió un espacio para este grupo nada segregado en casa de un compita que vive cerca del metro Camarones, para que todos le puedan caer y celebrar el orgullo heterosexual a su máximo esplendor.
Durante la celebración, un grupo se quedará arranado en el sillón mientras escuchan el último disco de Muse, para que otro grupo con la vaquita se aventure por el alcohol con un posible Oxxo cerrado.
“Es el momento de celebrar nuestra trayectoria como gente con problemas ocasionales y sin trascendencia, con una divertida reta de FIFA, hasta que las viejas se vean aburridas y empiece el perreo”, comentó Julián López, hombre que lleva luchando por sus derechos heteros desde que le compraron su primera pista de Hot Wheels.
En la mesa de discusión que se armó allá por la cocina, se discutieron temas heteros de importancia como “¿qué pedo con Laura, por qué no vino?” y “weeeeey hay que abrir nuestro propio bar, chela artesanal en corto”.
Son las mismas que durante el año ponían la música a todo volumen
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