México.- Definitivamente, un dios maligno y envidioso le ha agarrado mucha mala leche al humilde pueblo chilango, quien, día con día, se fleta para salir adelante y sobrevivir en esta gris ciudad que Huitzilopochtli mandó construir.
Así es, amiguitos, los dioses deben estar furiosos porque ellos, desde su inmortalidad, miran a la Ciudad de México, y tienen envidia de esta gente buena que trabaja, que lucha y que siente, gente que ríe, que ama y que siente. Por eso mandaron hacer una cortina de natilla gris, para no ver tantas envidiables bellezas chilangas.
¿Y cuáles serán las cosas por las que un dios mal pedo nos tiene envidia? Aquí te dejamos diez posibles razones por las que los chilangos deben soportar el castigo de un cielo gris que produce que su bolillo del pecho (su corazón) se enferme de tristeza. Veamos:
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¿ERES TÚ, MCLOVIN? PERO CIERTO
PRIVATIZADAMENTE REAL
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