Cedemex.- El curador de memes, Eduardo Granja, creador de Memelas de Orizaba, ha logrado crear la pesadilla más grande de Avelina Lésper: El Museo del Meme de la CDMX, el cual estará disponible del 7 al 9 de Diciembre en la colonia Roma.
El creador y encargado de la exposición realizó una selección de los memes populares que han circulado durante los últimos años, los cuales estarán intervenidos por varios artistas contemporáneos. Para que a la próxima vez que tu mamá te diga que dejes de perder el tiempo en el celular, digas que estás viendo arte.
Ya pasó más de una década desde que los memes llegaron para alegrarnos la vida. Y desde entonces se han convertido en parte de fundamental de nuestro día a día, por lo que ahora es necesario tener un espacio para analizarlos y seguir perfeccionándolos.
“Muchas de las imágenes como obras intervenidas son situaciones en las que todos nos podemos identificar. La gente se llevará una sorpresa, los cuadros están increíbles y tienen algo que te retan interpretar el mame”, dijo el señor Memelas de Orizaba.
En la parte de abajo del museo se ubican los clásicos, esos memes que perdurarán por los siglos de los siglos en la historia de internet y las redes sociales, tanto los viejos como los nuevos. Y en la parte de arriba están las áreas de arte llamadas “Amor”, “Friend Zone” y “Geeks”, para que analices el absurdo y lo patético de la generación millennial.
Según el curador, el primero de todo los memes fue LOL, el de la cara riéndose, el cual podrá ser apreciado en el museo en forma de escultura, junto la rana René, ya que los dos son los que abrieron el camino para que hoy día tuviéramos un viejo lesbiano.
Por su parte, Avelina Lésper ya está dando entrevistas en donde da su opinión que nadie le pidió respecto al nuevo museo. “Esto tiene que ser una broma, ya estoy cansada de que la gente no se tome en serio el arte; los memes son un acto de subnormales, por no decir tarados”, concluyó para El Deforma.
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO
Justo cuando creías que hoy ibas a poder descansar
"No, aquí no compró nada el señor del Polo Norte", se excusó un gerente
GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO