La respuesta es sí.
Una revisión pormenorizada de la discografía de Belinda Peregrín Schüll nos revela no sólo el ascenso meteórico de una estrella pop, sino también la evolución intelectual de una creadora comprometida con su época y con su sociedad.
“Es una intérprete que ha sabido construir un discurso en torno a la fama, el lujo y la moda para así hacer llegar a las masas un mensaje más profundo de igualdad y lucha en contra del status quo”, comenta el Doctor Frustrado Alcántara, estudioso de su obra.
Un análisis a detalle nos revela, por ejemplo, estos cinco mensajes comunistas escondidos en la obra de mi Beli:
Luego de varios éxitos infantiles al lado de los irrelevantes Martín Ricca y Christopher Uckerman, una Belinda de 14 años decide iniciar su carrera solista con su álbum homónimo, en donde encontramos sus primeros coqueteos con la barbada figura de Karl Marx.
En la canción “Ángel”, Beli remite desde el título a la figura de “el fantasma que recorre Europa”, frase con la que abre el “Manifiesto del Partido Comunista” aludiendo precisamente al “fantasma del comunismo”.
Aquí, la intérprete transmuta al fantasma a la figura de ángel protector que habrá de liberar al proletariado, pero cuya idea sigue siendo inalcanzable, de ahí que manifieste “oigo tu voz, sueño contigo” sin poder concretar un contacto real. Esto se debe a que, desde la burbuja elitista de la que Belinda forma parte, ella no puede acceder a la realidad proletaria, sin embargo, ha tomado conciencia de esta diferenciación, como bien lo desarrolla en otras canciones autocríticas de la época como “Boba niña nice” y “No entiendo”.
Las inquietudes adolescentes de Peregrín Schüll se vuelven tormentas internas en la mujer de 17 años que nos presentó “Utopía”, su segundo Long Play.
En “Bella Traición”, penúltima canción del disco, cuestiona las formas de vida que la clase dominante impone a la clase obrera, afectando, desde el orden laboral, las esferas personales y hasta la manera en que los individuos aman. No olvidemos que, antes que comunista, Belinda es una humanista, cuya idea de amor se pone en crisis a raíz de su toma de conciencia.
Porque sin ti no hay camino ni destino, estoy perdida
Porque sin ti no me importan los minutos, ni los días
Porque sin ti no hay presente ni futuro, sálvame
En estos versos, Belinda se percata que no puede amar fuera de los límites que la estructura le impone, implorando a un virtual amante universal y sin ataduras (un superhombre, en términos de Nietszche) que rompa las cadenas que el propio orden social le ha impuesto.
Desde el título de su tercer disco, Carpe Diem, Belinda se asume como una mujer con principios ideológicos claros. No obstante, en su sencillo “Egoísta” plantea una dura crítica a partir de los conceptos de Gramsci de estructura, superestructura y hegemonía.
La presencia de Pitbull, por ejemplo, condimenta con una dosis de ironía un mensaje profundamente anti-sistema. He aquí a la bestia que encarna las pulsiones de la sociedad.
Y no es que estos principios estuvieran ausentes en su obra previa, sino que aquí adquieren madurez y claridad, al expresar versos tan contundentes y sin embargo sencillos como estos:
Di todo para ti,
Y nada para mi
¿Por qué será asi?
Egoísta
En un mundo feliz,
Amar es compartir
Es dar y recibir
¡Egoísta!
Más claro, ni el agua.
En su más reciente placa, Catarsis, Belinda pasa de Gramsci a Althusser (el que mató a su esposa) al centrar su temática de lleno en la forma en la que operan los aparatos ideológicos del Estado, reconociéndose como parte de ellos pero invitando, desde dentro de la superestructura, a romper con los moldes que, como artista y como sociedad, estamos predispuestos a seguir.
En los versos de “Dame más”, señala esta contradicción en la que su deseo de ser libre se contrapone con su función como producto cultural diseñado para el entretenimiento más banal.
Y con un solo beso me puedes dominar
Es tanto mi deseo y no puedo controlarlo, no no
De ahí que, producto de este desgaste intelectual y de esta crisis interna, Belinda haya decidido llevar su velado discurso comunista al terreno de la praxis. Nos referimos, por supuesto, a su apoyo a distintas causas humanistas, sus labores durante el sismo del 19 de Septiembre y su abierto apoyo al candidato chavista Andrés Manuel López Obrador.
Lo curioso es que, en toda la carrera de Belinda, sea “El Sapito” la que mejor condensa los temas y conceptos que ha desarrollado durante tantas canciones y tantos años de carrera.
Te voy a enseñar
Que debes bailar
Como baila el sapito… dando brinquitos
En donde nombra directamente a las fuerzas opresoras que, una vez más, imponen modos de vida a las clases oprimidas, en esta ocasión a través de la figura del baile. Es tanta la carga ideológica de esta composición, cuya fuerza radica en la repetición de un mismo lema, que la misma Belinda se niega a interpretarla por su naturaleza subversiva.
No obstante, palabrerío aparte, es la misma Belinda quien sintetizó su postura ética (y estética) respecto a su arte, en una mítica entrevista al Dr. Gustavo Adolfo Infante. Los dejamos con sus palabras:
Y TRANSMITIERON EN VIVO PERO CIERTO
EMOCIONADAMENTE CIERTO
"Le teníamos listo un homenaje muy bonito", se lamentó el Pato Borghetti
CIÉRRALE QUE SE METE EL CHIFLÓN PERO CIERTO
LO MANDARON A SENTAR PERO CIERTO
AHÍ VA EL SUADERO PERO CIERTO