Navidad, Paty.- Estamos a tan sólo dos días de la navidad y muchos ya no podemos con el alcohol y la grasa que corre por nuestras venas luego de las tradicionales posadas, que se transformaron de cargar los peregrinos, quemarte la manos con una velita y romper una piñata rellena de cacahuates a simples borracheras con gorritos de navidad. Qué poca madre.
Sin embargo, es por ello que algunos hemos encontrado en la báscula al peor enemigo, ya que, luego de hacer dieta por tres meses y bajar 400 gramos de peso, ahora repentinamente descubrimos que subimos dos kilo y ya nos queremos matar.
Pero tranquilo amigo, no todo está perdido. Centíficos egresados del Politécnico han desarrollado una pastilla que no sirve para nada pero por lo menos no engorda.
El Deforma, al servicio a la comunidad, les trae las mejores formas de evitar la ya tradicional obesidad navideña y así evitar que te odies más, porque podrás ser feo, desempleado y estúpido pero por lo menos ya no vas a subir de peso con estos consejos:
1. Cierra la boca para no comer y los ojos para que no se te antoje como en la siguiente ilustración chaira:
2. Toma mucha agua
3. Vuélvete vegano y divúlgalo, así al menos no te invitarán a las fiestas
4. Ponte borracho (con licor en la rocas, chela y refresco prohibidos) y duérmete desde antes de las cenas
5. Como al parecer el problema es que en México no se puede sobrevivir (sin ganar peso) en la Navidad, vete a algún destino turístico donde este no sea un problema, por ejemplo a Mozambique
6. Haz que te detengan por corrupción, tráfico de influencias o alguno de los delitos de tu priista favorito (recuerda que no funciona si sólo te meten al torito porque ahí si dan de cenar chido)
7. Vuélvete judío para así no tener la tentación de la pierna de cerdo al horno
8. Regresa a tus épocas de emo y cósete la boca
9. Mírate desnudo frente al espejo por quince minutos y las ganas de comer se irán
10. Ve algunos videos de PETA de cómo tratan a tu comida antes de llegar a tu mesa
CAÓTICAMENTE REAL
MADRUGUETE PERO CIERTO
Justo cuando creías que hoy ibas a poder descansar
"No, aquí no compró nada el señor del Polo Norte", se excusó un gerente
GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO