Campo de cultivo.- Luego de las pesquisas de la migra en todo territorio estadounidense, se han captado imágenes de gringos recolectando naranjas y mandarinos en los campos de cultivo de California y Florida.
Justo cuando se creía que la economía estadounidense iba a colapsar por la falta de trabajadores que hicieran el trabajo pesado, la población nativa le ha entrado a “hacer el quite”, confirmando que el presidente Trump tenía razón.
“Yo siempre quise pizcar fresas, pero los latinos siempre me quitaban la oportunidad”, afirmó un gringo pecoso originario de Nevada.
Ha sido tanta la emoción con la que los americanos le han entrado a la cosecha, que ya hasta están preguntando si pueden entrarle a la jardinería y a los trabajos de construcción.
“Yo siempre tengo frío, por eso quiero meterme a poner tejas en los techos de las casas”, suspiró un americano luego de trabajar dos días en un campo de mandarinas.
De seguirse metiendo más ciudadanos a estos trabajos soñados, las políticas de Donald Trump se irán agudizando demostrando que los migrantes siempre les quitaron los trabajos a los ciudadanos, y que por ende, al deportarlos se estará reforzando el empleo interno, además de que nadie les dirá nada por la comida de Taco Bell.
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