Increíble pero cierto

Jugador de la NBA hizo un mega berrinche digno de Quico porque no le marcaron un foul

Se puso como niño chiquito cuando no le compran el huevito Kinder

Rincón del lloriqueo.- Lebron James, jugador de la NBA, se aventó un mega berrinche porque no le marcaron un foul en un juego contra Boston; y en verdad fue vergonzoso el momento.

Los lamentables hechos ocurrieron durante el partido del fin de semana cuando los Lakers visitaron a los Celtics, partido que prácticamente definía las posibilidades de la escuadra de Los Ángeles para todavía tener esperanzas de entrar a los PlayOffs o quedarse por segundo año consecutivo fuera de ellos (sería la cuarta vez en cinco años que ni siquiera califican a las finales).

El berrinche de Lebron James ya es lo mejor que ha pasado en lo que va del año

Justo cuando el partido se encontraba empatado hacia el final, James atacó el aro ante la defensa de los jugadores de Boston, y justo cuando ya había fallado el canasto, recibió un pequeño roce de Jayson Tatum que bien pudo haberse marcado como falta, pero que al no hacerse desató la rabieta de Lebron, lo cual ya es común en él aunque no habíamos visto ninguna como esta.

El tantrum del polémico jugador dio mucho de qué hablar en el ámbito deportivo, en tanto que la mayoría de los comentarios eran para criticar la actitud del jugador quien luego de la escenita ya no hizo ni por jugar y Boston terminó por ganar el encuentro.

Cabe mencionar que en dicha jugada, el basketbolista ya había cometido falta por dar más de dos pasos rumbo a la canasta tal y como marca la regla, misma que los jugadores actuales se quieren brincar bajo el pretexto del “paso cero” que solo existe en su mente y en los tiempos del reguetón.

Ese tipo de acciones han sido prácticamente las que han marcado la carrera del jugador, quien tiene fama de flopear y reclamarle todo a los árbitros confirmando que en la década de los 80 y 90 ni siquiera hubiera podido jugar en la NBA.

 

Por si te lo perdiste: una heladería troleó a los veganos poniendo un sabor para ellos que es puro hielo.

Adolfo Santino

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