Campamento indio.- A pocas horas de haber sido lanzado oficialmente el gas Bienestar del Gobierno, el precio de la leña se ha ido por las nubes por ser la opción para combatir la escasez del metano que se aproxima.
La demanda de la leña se ha multiplicado luego de que el gobierno pusiera un precio límite a los globos de regalo y a los encendedores, provocando compras de pánico de neoliberales acostumbrados a los privilegios del pasado como el bañarse diario.
“Yo me quiero seguir bañando con agua caliente”, expresó un fifí desconsiderado y sin conciencia de clase.
Este tipo de actitudes egoístas y aspiracionales han provocado que tanto el carbón como la leña hayan subido estrepitosamente, cosa que no sucedería si se resignaran a vivir sin gas un par de meses, tal y como nuestros antepasados lo hacían sin ningún problema
“Lo bueno que ya agarraron callo con las filas por la gasolina”, pronunció el presidente al ver la exageración de los conservadores.
De seguir esta tendencia, el precio del kilo de leña de pirul y pino también será regulado, lo que afectará las actividades de los taladores clandestinos, pero sobre todo, a los apaches quienes siguen comunicándose con señales de humo.
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