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Encuentran al primer hombre que sale negativo en el detector de desigualdad

Seguramente el primero de muchos

México.-  Un hecho sin precedentes ha eclipsado la atención de un país. El Internet vio llegar en los últimos días la presencia de un dispositivo infalible. Este gadget conocido como “el detector de la desigualdad” ha evidenciado situaciones incómodas que siguen ocurriendo en todos los hogares. Millones de hombres han dado positivo por su escasa o nula participación en las tareas compartidas del hogar.  Excusas como “es chamba de mi esposa” o “es que llego bien cansado del trabajo” han relucido en viva voz de muchos de ellos.

Este detector se instala fácilmente en cualquier casa, su función será sonar la alarma cuando algún miembro de la familia se muestre indiferente o colabore muy poco con los demás, sin importar edad o género. Cabe mencionar que incluso los propios hijos han activado la alarma de desigualdad, puras sorpresas.

Los primeros reportes apuntan a que millones de mexicanos no han concientizado su responsabilidad en casa. Acciones básicas del autocuidado como lavar los trastes que uno ocupa, hacer el quehacer sin que nadie deba pedirlo o ejercer una paternidad sana con los hijos, son tópicos que muchos quedan sin responder. Una señal de alarma ha relucido ante esta situación: es momento de un cambio.

Dramatización

 

El hombre que salió negativo

Esteban Gómez, padre mexicano de tres hijos, ocupó su tiempo libre (jaja) para probar su suerte en el “detector de desigualdad”. Contra todos los pronósticos, el detector no se activó en ningún momento. Sorprendido, este señor lo comunicó a su familia. La noticia fue difundida rápidamente entre los vecinos chismosos y por internet. Muchos hombres sorprendidos vieron una señal de esperanza en Esteban: si él puede, yo también puedo aprobar las alarmas del detector. En el aire algo estaba por cambiar.

La noticia fue recibida como un caso de éxito pero Esteban tenía otra cosa en mente. Tras una breve y única entrevista con distintos medios, declaró que se sentía feliz del resultado, pero que para nada era motivo para felicitarlo, simplemente era su obligación. Agradeció el tiempo brindado y volvió a sus pendientes para aprovechar el tiempo en familia.

Mientras tanto el detector de desigualdad sigue instalándose en miles de casas . Puesto que la misión no ha acabado por nada del mundo, más personas se suman a reconocer sus posiciones y sus deseos de contribuir de mejor forma a sus hogares. Si estás interesado, conoce el detector de la desigualdad aquí mismo.

Oso Rulo

Enquememetido

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Oso Rulo