Tierras altas de William Wallace.- Una mujer que se acababa de reportar enferma a su trabajo, mandó sin querer por mensaje una foto de una botella de champaña a su jefe.
Aprovechando que algunos países arriba del Trópico de Capricornio siguen en invierno y las gripes son bastante comunes, Roberta Clark, habitante de Druchpael en Escocia, se reportó con el cuerpo cortado y alta temperatura para poder faltar al trabajo sin que se “desacompletara” la quincena, y hasta ahí la mentira iba bien, pero momentos después le enviaría una foto al mismo contacto que tal vez uno podría presumir que tuvo una recuperación milagrosa”.
“Rétame a abrirla”, decía al pie de la foto con la botellita de champaña.
En lugar de borrar la foto con la esperanza que no la hubiera visto, ella “aclaró” la situación explicando que el mensaje era para alguien más y que se trataba de una fiesta de revelación de género, de esas que las parejitas están teniendo pensando que al mundo le importa si van a tener una niña o un niño.
Para colmos de males, ella le dijo en el mismo mensaje que “estaba preocupada por el error, que el mensaje no era para él y que lo veía mañana”, a lo que el sujeto a manera de mofa le dijo:
“Si estás preocupada, ve a la farmacia a que te la abran”.
Los problemas de descorchar botellas.
Aquí hay una moraleja, y esa esa que la champaña en la mañana como que no va y que las fiestas de revelación de género deben ser proscritas de la vida.
El jugador tenía esperanza que de perdida este premio sí lo ganaría por su actuación
ENTERNECEDORAMENTE REAL
GIGANTEMENTE CIERTO
NO ES FAN DE SU RELACIÓN PERO CIERTO
FALLOS DE COMUNICACIÓN PERO CIERTO
CRUDAMENTE REAL