Las redes – El gran modelo de negocios de los influencers es, básicamente, ser edecanes cibernéticos. Posan junto a maquillaje, galletas de avena y hasta botellas de cloro a cambio de varo. Pero de vez en cuando, uno de ellos se atreve a lanzar un producto o pedir dinero prestado y el Internet se pone en modo detective para buscar pretextos para cancelar a estas figuras.
Ya sea porque los fraudes son genuinos o porque cometieron un error y sus demostraciones excesivas de opulencia han ocasionado que la gente busque cualquier cosa que parezca un error para sacar la guillotina. Pero cada cierto tiempo sale alguna denuncia en redes en contra de influencers aprovechados.
Para evitar que esto vuelva a suceder y porque, seamos honestos, nos encanta el chisme, les traemos esta lista.
Hace unos días les reportamos la historia de la influencer regia Anna Sarelly, quien fue denunciada en redes sociales por irregularidades en la compra de su marca de vino “Historias Líquidas”. Según los usuarios, el vino venía en mal estado, en un empaque que no fue el que prometió, mojado y hasta unos decían que olía a meados. Ella le atribuyó todo el asunto a sus proveedores, pero así es esto de la fama en Internet.
Luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, muchas celebridades se sumaron a apoyar a los afectados y entre ellos estuvo Juanpa Zurita. Él organizó una colecta en la que recaudó más o menos 1 millón de dólares y hasta Eugenio Derbez donó 250 mil dólares. Pero 2 años después del anuncio, muchos incluyendo a Derbez comenzaron a preguntarse qué había pasado con el proyecto porque Juanpa se veía como si nada viajando por el mundo y aún no había noticias. Al final él dijo que el dinero sería para construir 50 casas en Ocuilan y hasta fue con Eugenio a tomarse fotos por allá.
La acusaron de plagiar el diseño de una paleta de sombras y aunque la acusadora se enojó, al final Yuya se puso del lado de la artista con la que trabajó. Yo digo que nomás se parecen y ya, pero pues yo solo soy un becario.
La influencer regiomontana Mariana Rodríguez tiene más de una acusación de fraude. En febrero del año pasado la acusaron de fraude luego de que una cuenta falsa ganara un giveaway y también han cuestionado sus rifas de iPhones. En mayo la acusaron de crear una empresa fantasma para revender mascarillas N95 donadas. Ella lo negó pero el Internet no olvida.
Un fotógrafo famoso en redes sociales que fue acusado por una morra rica de ganarse su confianza para luego bajarle más de 100 mil pesos en “préstamos” que no devolvió hasta que el asunto se hizo público. Gran chisme la vdd.
Esta influencer con más de 1 millón de seguidores se las daba de rica y exitosa en sus redes sociales, pero su rentera la exhibió luego de que se atrasara con el dinero de la renta.
El nutriólogo Aries Terrón acusó a Bárbara de Regil de que su proteína no es vegana como promete y que el verdadero contenido del producto no es el que señala la etiqueta.
Esta influencer de Playa del Carmen fue acusada por algunas usuarias de redes sociales de vender ropa de su clóset personal y jamás enviarla. Otras se sumaron a las denuncias y la acusaron de enviar clones piratas. Tsssss. Al final la influencer la dijo que le daría el dinero si bajaba la denuncia, pero pues ahí sigue jaja.
Una influencer cuyo nombre en Internet hace alusión a la dieta crudivegana, se ganaba la vida vendiendo cursos sobre esas dietas y más temprano que tarde la cacharon comiendo pescado. Encima, en su video de disculpas aseguró que tuvo que dejar la dieta vegana que ella misma recomendaba porque le causó problemas de salud. Ahora se llama Yovana.
No los voy a linkear, pero los influencer gorrones de “A dónde jalamos”, un canal de YouTube que por entonces tenía 90 seguidores, pedían comida gratis a cambio de reseñas pero pues… las reseñas no le pagan al cocinero o a los que lavan los platos, ¿verdad?
"Ahorita llega la novia, tía"
RECLAMONAMENTE CIERTO
BOCONAMENTE REAL
"Ni parece que está hablando español", se quejó el dueño de una franquicia de pollos…
Yamcha tampoco puede superar que le hayan bajado a Bulma
Son los mismos que se andan con gorra en todos lados