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Laura Sad: Hombre lobo trabaja en cruceros de Celaya para sobrevivir

Para salir adelante

En la ciudad de Celaya, Guanajuato se ha llevado a cabo una historia algo diferente, pero al mismo tiempo idéntica a la de la mayor parte de la población que perdió su empleo a causa de la pandemia mundial y el periodo de cuarentena en México.

Alex Azuara había trabajado en el circo desde que nació y era la forma en la que siempre pensó iba a hacerlo el resto de sus días. Padece de hipertricosis, mejor conocido como el síndrome del “hombre lobo” que causa que tenga exceso de pelo en lugares poco comunes como el rostro.

Esta peculiaridad le ayudaba a mantener un puesto de trabajo y recursos necesarios para que su familia pudiera vivir modestamente, pero sin carencias. Sin embargo, desde abril de este año, él y su esposa se quedaron sin empleo debido a que el circo “Beyli” cerró sus puertas debido al COVID-19.

Azuara no se rindió y decidió que buscaría empleo pues tiene dos pequeños, una niña de 4 años y un bebé de 1 año. Pero no fue sencillo encontrar algo durante este periodo extraordinario y tuvo que reinventarse un poco.

Comenzó vendiendo golosinas típicas del circo como manzanas acarameladas y algodones de azúcar entre otras cosas. No queriendo esperar una solución por parte del gobierno, decidió ser malabarista de crucero y limpiaparabrisas.

Antes de trabajar allí, Alex explicó que se presentó con los otros compañeros para poder incorporarse al semáforo añadiendo que él no pretendía ganar una fortuna, lo único que quería era poder tener el suficiente dinero para tener qué comer con su familia.

En la actualidad realiza este trabajo que le da lo suficiente dinero para comer y conseguir pañales para la bebé en el crucero de las avenidas México-Japón y Tecnológico de Celaya en Guanajuato. Los vecinos y el alcalde de San Antonio Maravillas han apoyado a la familia de Alex con despensas para poder sobrellevar la situación.

Redacción

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