Unas fotos satelitales sugieren que el gobierno ruso ha enviado delfines entrenados para espiar en la guerra contra Siria y vigilar su base naval en aquella zona. Lo que podría significar que ciertas especies de animales marinos están siendo utilizados para tareas de seguridad submarina.
En el puerto de Tartús, una ciudad costera de Siria que utilizan sus aliados de la Federación rusa, se encontró la presencia de corrales marinos que pondrían en evidencia que los cetáceos fueron empleados para la vigilancia de la base naval contra ataques provenientes del mar.
De hecho, ya antes Rusia había llamado la atención mundial con el proyecto de mamíferos marinos de su armada llamada Voyenno-morskóy flor (VMF) cuando apareció una ballenta beluga domesticada en el norte de Noruega en abril de 2019.
El cetáceo apodado Hvaldimir llevaba puesto un arnés con la inscripción de San Petersburgo y un soporte para una cámara acuática que probablemente había escapado de su entrenamiento de la Flota del Norte de la VMF
, desde alguna de las bases del Mar de Barents.Fue Forbes quien publicó la información de los corrales marinos e incluso compartieron las coordenadas que se pueden rastrear desde Google Earth (34°54’35.16”N, 35°51’46.46”E). Lo que ha llamado la atención de otros medios internacionales y por supuesto de los gobiernos.
El puerto de Tartús es una instalación vital para Rusia en el Mediterráneo y ha aumentado su importancia en los últimos años gracias a la creciente presencia de aeronaval en el Mare Nostrum, en un volumen sin paragón desde la desaparición de la Unión Soviética en 1991.
Hay que recordar que muchos de los submarinos y navíos de guerra instalados ahí son estratégicos para la guerra contra el dictador Al Assad, a quien Rusia apoya con sus Fuerzas Armadas. Este giro inesperado de usar delfines y otros seres del mar para espionaje y prevención de ataques podría ayudar a definir un poco la batalla.
"No, aquí no compró nada el señor del Polo Norte", se excusó un gerente
GORRONAMENTE REAL
INFAMEMENTE CIERTO
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO