Durante la cuarentena muchos negocios y personas tuvieron que renovarse para poder seguir ganando algo de dinero y poder sobrevivir. Han salido muchas ideas creativas, pero la de Iker se lleva el primer lugar por su iniciativa y su innovación.
Iker Alfredo Rodríguez vive en Ciudad Victoria, en el estado de Tamaulipas y tiene 10 años de edad. Todos los días lleva sale en su vieja bicicleta y una caja de plástico a repartir mandados en toda su colonia por la cantidad de $5 pesos porque tenía ganas de ahorrar y poderse comprar “unas cosas”.
Su vecina, Leslie De los Reyes, vio las ganas de Iker por lograr sus objetivos y decidió ayudarle y colocó un letrero para que el niño pudiera promocionar sus servicios en la comunidad. Además, Leslie subió una publicación en Facebook para que sus contactos supieran de él.
En poco tiempo, la publicación se volvió viral
y muchos alabaron la iniciativa de Iker por salir adelante durante la pandemia y también pudieron conocer mejor su historia. Pues resulta que el pequeño empresario desea reunir el dinero suficiente para comprarse una bici y tal vez una Tablet para poder seguir estudiando en línea.Al parecer, Iker tiene dos hermanas y un hermano, éste último también le ayuda en sus mandados como comprar tortillas o refrescos para llevar a las casas a domicilio. Entre cada viaje puede ganar $5 pesos y si tiene suerte, un poco más con las propinas de sus clientes. Pero si desean una charla con la entrega de su pedido, eso les costará extra y serán $10 pesos en total.
Muchos usuarios han preguntado por Iker pues desean apoyar al niño y brindarle un apoyo económico que pueda ayudarle a alcanzar la alta meta en menos tiempo. Destacando los valores del trabajo y el esfuerzo para llevar a cabo sus sueños.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama