Tucasatlán – La Secretaría de Turismo lanzó un comunicado esta tarde advirtiéndole al pueblo de México de la saturación de algunos espacios turísticos de moda durante la Semana Santa de Cuarentena, entre los que destacan tu sala, tu comedor e incluso tu baño.
Una mezcla de falta de creatividad para vacacionar y el cierre de las playas han hecho que, esta Semana Santa, lugares antes ignorados ahora sean cotizados como vacaciones de lujo.
“Desde hace semanas es imposible reservar un lugar en el sillón de mi casa desde Airbnb y servicios básicos como la cuenta de Netflix ya escasean porque se encuentran saturados de usuarios”, afirmó un vacacionista al Deforma.
Por otro lado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de tu casa (tu mamá) lanzó un reporte que detalla el incremento de tensiones entre hermanos de tanto verse las caras, amenazando con llegar a los golpes si las rencillas por el único control de Xbox continúan.
Ante la saturación de espacios vacacionales, los gamers y los otakus han ofrecido soluciones que ellos mismos aplican cualquier otro día porque su vida es básicamente una cuarentena eterna.
Entre las soluciones que proponen para vacacionar desde casa está jugar Minecraft y explorar el vasto mundo cúbico desde cualquier lugar.
Otra alternativa es navegar por las calles de Google Street View, para regresar a los lugares donde se amó la vida desde la seguridad sanitaria del hogar y sin tener que gastar un peso.
Por último, para quienes extrañan salir de fiesta durante este periodo, se ofrecen alternativas como Habbo Hotel y Club Penguin que, de acuerdo con los niños rata, es exactamente lo mismo que salir de antro.
“Es idéntico, bro. Digo, nunca he pisado un antro en mi vida, pero me imagino”, confirmó al Deforma una de estas criaturas.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama