Una artista que sin lugar a dudas estaba por convertirse en una gran estrella internacional era Selena Quintanilla. Hija de una familia de artistas latinos, estaba en la cúspide de su carrera profesional cuando abruptamente perdió la vida a manos de Yolanda Saldívar.
Como se sabe, Yolanda era la fundadora y presidenta del club de fans de Selena y pronto logró convertirse en su asistente personal, gerente de ventas de su marca “Selena Etc.” y su mejor amiga.
La mujer que se consideraba la fan número uno de la artista latina tuvo la idea de acercarse a Abraham Quintanilla para realizar el club de fans oficial de la cantante. Poco a poco, su trabajo la acercó con la artista y se desvivía por hacerla feliz.
Sin embargo, después de 4 años colaborando juntas su relación se deterioró y se especulaba que Yolanda estaba cometiendo fraudes y robos tanto con el club de fans como con la marca de Selena.
La mañana del 31 de marzo, ambas se habían reunido en el motel Days Inn en Corpus Christi, Texas, para hablar sobre el despido de Yolanda cuando ésta disparó un revólver calibre .38 mm que dejó herida de muerte a la artista de 23 años.
Cuando fue detenida, Yolanda confesó haberle disparado, pero pronto cambió su versión a que todo fue un terrible accidente. Además, agregó a quien quisiera oírla que la motivación por acabar con la vida de la cantante era por un secreto que se negaba (y niega) a revelar.
Saldívar fue sentenciada a cadena perpetua por la muerte de la cantante que representaba un puente entre las culturas anglosajona y mexicana. De hecho, se sabe que Yolanda puede pedir un permiso bajo palabra y salir de la cárcel en el 2025.
Sin embargo, en una entrevista previa, el padre de la fallecida Selena dice que le tiene sin cuidado lo que decida hacer la asesina de su hija. Siendo que considera que esa mujer está más segura en prisión que en la calle, donde miles de fans de la artista la están esperando para matarla.
Selena Quintanilla se encontraba gozando una merecida fama como la Reina del Tex-Mex; un género musical que combinaba los ritmos populares de Estados Unidos y de México con un toque personal que fascinó a millones de fans.
Su popularidad e influencia no han disminuido hasta la fecha; ya que todavía es un ícono de la cultura pop y un símbolo de identidad de la comunidad latina. Hoy en día muchos artistas como Selena Gómez, Jennifer López, Beyoncé o Becky G siguen sus pasos en sus carreras.
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