Valle Lechugón.- Dos hermanitas (y no del diablo), que solían ser seguidoras de la secta testigos del brocoli, es decir, veganas, tuvieron que abandonar la dieta que llevaban pues tenían una enfermedad auto inmune que las estaba llevando irónicamente a convertirse en abono para el ganado.
Ashely y Sarah, de 26 y 23 años, respectivamente, viven en Illinois y desde jóvenes se dejaron manipular por la agenda vegana, pero después de probar todo tipo de alimento a base de césped para superar su enfermedad, no lo lograron más que volviendo al redil evolutivo de la carne.
“Tan pronto como nos cambiamos a una dieta carnívora de origen animal, nos sentimos increíbles. ¡La carne cruda sabe tan deliciosa!”, publicaron en su Instagram, donde tienen más de 12 mil seguidores, y donde comparten recetas ‘crudicarnívoras’.
Problemas crónicos como estreñimiento, inflamación, depresión, fatiga de Jaimito el cartero o falta de circulación, eran algunas de las enfermedades con las que tuvieron que combatir por años sólo para darle gusto a desconocidos posmodernos que no han oído de la cadena alimenticia.
“Para desayunar, nos encanta un filete crudo con un montón de sebo crudo”, publicaron el otro día, lo que causó diarrea entre el colectivo de veganos insignificantes.
Cabe mencionar que además de ser ya personas decentes, el par de hermanas que no tienen un grupo musical, suelen comer todo casi crudo por su misma enfermedad que padecían.
“Nigiri Carnívoro que consiste en una lámina de carne de res cruda sobre una porción de trozos de sebo que simulan el arroz que tradicionalmente lleva el platillo japonés”, es una de las recetas que han publicado, platillo que sabe mejor en compañía de una persona vegetariana.
"AUSTERAMENTE" CIERTO
ENCIMADAMENTE REAL
"¿QUIÉN PIDIÓ MARIACHIS?" PERO CIERTO
DESCALABRADAMENTE REAL
"Creo que fuimos un poco duro contigo", le dijeron los mexicanos a Adal
ACAPARADAMENTE REAL