Heroica Puebla de Zaragoza.- Zacatlán de las Manzanas es un pueblo mágico muy especial. En sus haberes se encuentra una de las producciones más distinguidas: las manzanas. Pero hoy, la paz se ve irrumpida por una fuerza desconocida. Un enigmático zorro ladrón es el responsable.
El pueblito lanzó una alerta de que sus mejores manzanas habían sido tomadas sin previo aviso. Los pobladores comenzaron desde muy temprana hora con la cosecha. La sorpresa era que ya no había nada que cosechar. La única pista era un dulce aroma a cider. Algunos aseguran haber identificado a un astuto zorro con costal.
Todos en Zacatlán temían por su presencia y más aún, que pudieran perder todas sus deliciosas manzanas. Por lo que idearon una trampa con una gigantesca dotación de manzanas en el kiosco del centro.
La historia llega a un punto crucial. Nadie se presentó a hurtar el fruto. El zorro no era tonto, sabía que todo era demasiado bueno para ser verdad. Por eso a todos sorprendió cuando la alarma de La Panadería Central sonó en medio de la oscuridad.
En el suelo no había vidrios rotos, la escena del crimen estaba impecablemente limpia. Eso sí, todas las manzanas usadas para el famoso pan no estaban. Sin embargo, los peritos encontraron una nota, ésta despedía la misma fragancia a cider fresca.
El mensaje, escrito con una elegante caligrafía, rezaba la comprensión de los lugareños. “Todas las manzanas fueron tomadas con un solo propósito: crear el elixir perfecto. La bebida hecha a base manzanas dulces y ácidas con 4.5% de alcohol”. Los investigadores se miraron atónitos, estaban tratando con un profesional.
“Véanme frente al Reloj de la Plaza, recuperarán lo que he tomado. Firma El Ladrón de las Manzanas”…
En efecto, justo a los pies del famoso Reloj de Zacatlán estaba lo devuelto. Un obsequio por todo el idilio. No eran propiamente las manzanas, era algo mucho mejor. La angustia se convirtió en calma cuando se develó el misterio del zorro. No era un ladrón, era un amigo.
CÍNICAMENTE REAL
"¿Qué es eso de 'mueve los hombritos'?", se quejó la talentosa arista
Ni siquiera entiende la alegría de la gente para esta época
Eso de que "él todo lo ve" ya va cobrando sentido
MADURITAMENTE CIERTO
PITONISAMENTE REAL