Este país le puso un “hasta aquí” a los milennials limosneros que viajan de mochilazo
Esos malditos hippies lo están haciendo de nuevo
El Instagram – Con el auge de las redes sociales y la capacidad de presumirle a todo mundo lo chida, buenaondita e intrépida que es tu vida, se han popularizado las cuentas de viajes por el mundo. Hay raza que viaja con patrocinios o rompiendo el cochinito, mientras que unos más prefieren hacerlo limosneando. A estos últimos se les conoce como “begpackers”, una mezcla entre beggars (limosneros) y bagpackers (mochileros) y en Asia están HARTOS de estos weyes. Acá te contamos todo en una lista.
1. Se le conoce como “begpackers” a la raza que viaja sin dinero y sobrevive pidiendo limosna
2. Comúnmente son blancos y de países primermundistas viajando a países tercermundistas
3. Cuando se les acaba el dinero, los begpackers empiezan a limosnear en la calle o a hacer cosas raras por varo.
4. Por ejemplo, hace unos meses una pareja rusa fue detenida por malabarear con un bebé de seis meses para conseguir varo.
5. Cuando todo falla, le piden dinero, comida u hospedaje al país en el que están para poder seguir viajando
6. La gente los odia y hay varias páginas de Facebook exhibiéndolos
7. El problema para los locales es que estos begpackers podrían ganar 10 veces más que ellos en sus países de origen y, además, producen muchísima basura.
8. Además, esto también significa que la gente que de verdad necesita de la caridad de extraños para sobrevivir a la mera hora ya no recibe dinero.
9. También están hartos de que se hagan las víctimas y mientan en sus carteles contando tragedias inventadas para causar lástima.
10. Recientemente, Indonesia puso un “hasta aquí” y anunció que dejará de darle ayuda a estos lacras. Si se quedan sin dinero, los mandarán directo a su embajada, nada de andar pidiendo dinero en la calle.
11. Otros países como Tailandia empezaron a pedirle a la gente que demuestre que tienen dinero para un viaje completo antes de dejarlos entrar.
12. Cada vez más los países rechazan este tipo de turismo que, en lugar de sumar, termina empobreciendo más a los habitantes.