Grupo Cañaveral.- Originario de Tultepec, Jonathan Sánchez tiene 20 años y la NASA lo mandó llamar por tercera vez para por ser un cerebrito. El chavo se le prendió el coco y rifó su vocho para alcanzar sus sueños en lugar de hacerle como tu tío, el que se siente emprendedor, compra un Vento y maneja Uber.
Jonathan, que estudia ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo, anda todo emocionado porque se irá en noviembre a los Yunaites a trabajar en un proyecto súper secreto de la Nasa por tercera vez. Y probablemente tú andas rascándote el ombligo en tu cama mientras lees esta nota o en tu trabajo que no te gusta.
Desde los ocho años, este ñoño orgullo mexicano de Tultepec quiere ser astronauta y sus amigos lo bulleaban por tener sueños tan grandes. Incluso le llamaron loco cuando sacó 15 mil pesos al rifar su vocho que le permitió costearse su viaje, pasaporte, visa y material de trabajo para su primer viaje a la NASA.
Aunque el sigue con su sueño de un día salir de la tierra, sus amigos le han recomendado que es más fácil llegar al espacio si se mete unos cuadros (Ustedes no se metan drogas, niños).
Nos encantaría platicarte más sobre el proyecto donde Jonathan enviará material a la Estación Espacial Internacional pero todo está más secreto que la trama de Avengers: Endgame y no ha querido revelar nada.
Afortunadamente, corresponsales de El Deforma, que estudian física cuántica en la misma universidad, lograron contactar al chavo que se ganó el vochito en la rifa quien nos confesó que ya lo tuneó.
“Jala bien perro, hasta le cambié los asientos por unos de piel y a la Deyanira le gustaron un choro” declara Netfali Juárez, quien sigue invicto en los arrancones que se organizan en un terreno baldío atrás de la Universidad
SIN SHORAR PERO CIERTO
FAMILIARMENTE REAL
RECONOCIDAMENTE REAL
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