Meméxico – La secundaria es una de las etapas más memorables en la vida de todos. Regularmente en la secu tienes a tu primer ligue, llegan las primeras fiestas, ver las peleas entre los revoltosos se vuelve tu pasatiempo favorito y te das cuenta de que puedes tener talento para alguna labor técnica.
Al menos un día o dos a la semana, te ponías bien contento tu uniforme de cuadritos y tu suetercito verde o café (dependiendo de que tan barrio fueras) para llevar miles de materiales y dedicarte a un bonito taller.
Cocina, dibujo técnico, belleza, estructuras metálicas, corte y confección o la vieja taquimecanografía (que se convirtió en computación), nos hacían sentir útiles y talentosos para algo que no fuera andar bien entrado pasando imágenes de Cowco por infrarrojo.
Pues esos años de gloria llegaron a su fin. Fuentes brotantes de El Deforma han difundido desde hace un tiempo que estos talleres dejarán de impartirse por órdenes de la SEP nada más porque pues… son malvados.
Unas maestras de la CNTE chismearon que los “chicos de hoy” necesitan aprender cosas como ajedrez, danza, karate y capoeira (jajaja) convirtiendo a los jóvenes en futuros emprendedores de estas artes, así que para ponerse fresones, formarán estos nuevos “club´s” en sustitución de los bien amados talleres.
Se rumora por ahí que el fin del mundo ya está aquí, pues andan diciendo que la intención de desaparecer los talleres es “abrir empresas privadas con la posibilidad de que en el futuro puedan impartir clases en estas áreas”, pero de esto la SEP no ha hablado claro.
Pues sí amigos es hora de olvidarnos de “Doña Chelo” la de la estética que aprendió en la secu a hacer rayitos o de “Don Joaquín” el soldador de la colonia que le debe todo a su taller, ni más ni menos que para abrirle paso a “Doña Sofía” la miss de ajedrez y a “Don Santiago” el profe de capoeira (¿neta? ¿Capoeira?).
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama