Coapinski – Miguel Herrera, extécnico de la Selección Nacional y capitán del barco americanista (otra vez) se ha caracterizado a lo largo de su carrera por ser un personaje temperamental que más bien resulta ser un alma incomprendida. La verdad nosotros siempre hemos querido apapacharlo y besarle la frente con amor de madre.
Este güerito precioso nos ha dado triunfos, risas y a veces hasta nos ha sacado de onda, como cuando se llevó a todo el América a jugarse el repechaje de Brasil o cuando él y su loca criatura le cantaron un tiro a Martinoli y al Dr. García en el aeropuerto, dándole así una Lady más a esta nación:
Esta ocasión el buen Jabba de Hutt nacional nos dejó entrever un poco de la ternura que vive en su ser, la perseverancia, la buena onda y desde luego el enorme compromiso y responsabilidad que tiene ante el “chécate, mídete, muévete”.
Fue en Coapa donde se le vio al técnico disfrutar del sol y ejercitando su atlético cuerpo hasta quedar terriblemente agotado, lo que le impedía ponerse de pie y regresar a vigilar a sus pupilos.
Ninguno de esos groseros lo ayudo y el señor Herrera ya lucía desesperado.
Alguien hasta se fue a asomar nada más para burlarse ¡qué grosero!
Nuestro Miguelón se quedo sobre el pasto cual tortuguita panza arriba, esperamos que alguien ya haya ido a rescatarlo porque allá en Coapita siempre hace frío y con las lluvias se nos puede enfermar, o peor aún, sus rodillitas le pueden doler.
Los había dejado en una canasta desde la Pascua Se le habrían perdido desde la…
"¡Que la Chintrola! Pues al 'bolillo' le decimos 'birote'", exclamó el gobernador del Estado
FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL